
En cualquier actividad cotidiana, las ofertas excesivamente ventajosas siempre se tienen que estudiar con detenimiento porque pueden, y suelen, esconder deficiencias con respecto al servicio que parecen proporcionar. En el caso de las super ofertas de mudanzas, aquellas que son mucho más baratas en relación al resto de empresas, hay que estar muy alerta porque nos pueden ocasionar serios problemas o, al menos, molestias incómodas.
Generalmente, las ofertas de mudanzas demasiado económicas lo que ocultan es la ilegalidad de las empresas que están detrás del servicio. Empresas que en muchos casos no cumplen algunos, incluso ninguno, de los requisitos legales que las autoridades exigen para poder desarrollar esta actividad.
Además de no estar dadas de alta en el régimen fiscal que les corresponda, con lo cual no están pagando ni los tributos, ni los impuestos que les corresponden, hay otras irregularidades que se esconden tras estas ofertas de precios excesivamente reducidas que nos pueden afectar, como usuarios del servicio, de forma mucho más directa.
Por ejemplo, los vehículos normalmente no habrán pasado las revisiones precisas que garanticen que circulan en las condiciones permitidas. Eso incrementa el riesgo de que sufran averías, lo que retrasaría nuestra entrega, o accidentes, en los que nuestras pertenencias podrían sufrir serios desperfectos.
Como además estas ofertas de mudanzas no van a tener la cobertura obligatoria de un seguro que cubra los posibles daños sobre los objetos transportados, en caso de que ocurra cualquier imprevisto, quedaríamos totalmente indefensos, sin ninguna posibilidad de reclamación ante pérdidas o rotura de nuestra mercancía.