
Aunque todas las mudanzas son, en el fondo, lo mismo, también es cierto que hay muchas circunstancias que hacen que, en la práctica, haya que acometer las mudanzas de manera muy diferente según los casos.
Las características propias de la mudanza, como el volumen, el tipo de objetos o las condiciones de acceso al punto de destino o de origen, marcarán el tipo de traslado que tenemos que organizar. Pero, además, marca una diferencia el propio lugar en el que se desarrolle, nada tiene que ver las
mudanzas en la Capital federal con las hechas en una pequeña población.
Las mudanzas en la Capital federal son más incómodas y dificultosas por algunas razones evidentes, pero también tienen su lado ventajoso frente a otras modalidades. Entre los problemas más evidentes están los que vienen condicionados por la manera de vivir en una gran urbe: falta de espacio para aparcar los vehículo, menor tamaño de las viviendas que implica dificultades para sacar los objetos de gran tamaño, tráfico denso que va a hacernos perder más tiempo, son las desventajas más evidentes de las mudanzas en la Capital federal.
En el otro lado de la balanza está, sobre todo, el hecho de que hay un mercado mayor de actividad de mudanzas en la Capital federal lo que tiene una importante incidencia en que haya muchas más empresas disponibles y, lo que es mejor, muchas y más frecuentes ofertas de las que podemos aprovecharnos. Algunas de estas
ofertas de mudanzas para la Capital Federal incluyen descuentos de hasta un 10 por ciento.