Comienza la tarea de embalaje de tus pertenencias ante una mudanza con todo el tiempo de antelación que se te sea posible, así te aseguras de que el proceso de clasificación de todos tus efectos se hace correctamente.
Las etiquetas son una excelente herramienta para ayudarte en esa tarea de clasificación, porque permitirán con una sola mirada hacerte una idea clara del contenido de cada una de las cajas y embalajes de tu mudanza.
Una idea muy interesante para reforzar ese rápido reconocimiento es que te valgas de colores diferentes según la naturaleza de tus objetos. Por ejemplo, puede usar etiquetas o rotuladores color rojo para marcar los objetos frágiles, mientras que dejas el azul para todo lo relacionado con el aseo, el naranja para los libros, el marrón para productos perecederos...
También puede hacer esa clasificación de los empaques de tu mudanza por colores para señalizar las diferentes estancias a las que corresponden: azul para el salón, rojo para el cuarto de los niños, verde para el baño o negro para tu habitación, por ponerte un ejemplo.
Es muy importante que esa clasificación sea lo más detallada posible, para lo que te puede ser de gran ayuda que anotes en una libreta a parte el contenido concreto de cada caja, usando los mismos colores de referencia. Así, hasta el más pequeño de tus enseres puede ser localizado cómoda y rápidamente por todo el mundo. Tu memoria puede no resultar tan fiable como tú piensas, por lo que es mucho mejor tener un apoyo escrito.