No todo es negativo cuando hablamos de mudanzas, ni mucho menos. A parte de que supongan un cambio en nuestras vidas y eso sea ya una buena razón para afrontarlas con el mejor de nuestros ánimos, implican algunas otras ventajas que merece la pena valorar. Entre otras cosas,
las mudanzas son el momento ideal para tirar cosas inútiles o que ya no utilizamos.
Nos conviene deshacernos de los trastos y objetos que han dejado de sernos útiles antes de estrenar nuestro nuevo hogar, incluso aunque vayamos a disponer de un espacio mayor de almacenamiento. Tenemos una cierta tendencia a acumular objetos y durante una mudanza vamos a tener ocasión de comprobarlo.
Ropa de unas tallas que ya no vamos a volver a vestir nunca, sobre todo en el caso de tener niños, juguetes que nuestros hijos ya no quieren ni ver, libros de consulta que se han quedado atrasados o películas de video en formatos que ya ni se pueden reproducir, son solo algunos ejemplos de esas cosas que tenemos amontonadas en casa y a la que es imposible darle una utilidad.
Aprovecha que estas de mudanza para tirar todo lo que esté en mal estado o no se pueda usar, regala o dona aquellas pertenencias a las que otras personas podrían sacar provecho e, incluso, vende aquellos enseres que consideres que pueden darte algún beneficio. Cualquier fórmula es válida para empezar nuestra andadura en ese nuevo hogar liberados de cargas inútiles y, de paso, conseguimos, abaratar costes de la mudanza al tener que mover menos volumen de enseres.